Espero que estés bien, sé que lo estas ya por fin en el País de Nunca Jamás. Fuiste un niño encerrado en el cuerpo de un hombre, ¿escéntrico?, puede, pero todo eran "cosas de niños". Pensaste como todos cuando tenemos poca edad que podías cambiar el mundo, pero el mundo es de los adultos que tenemos la capacidad de joderlo todo. Tu debilidad eran los niños, la de Jesucristo también; Él dijo "dejad que los niños se acerquen a mí", si lo hubiese dicho en esta época también le hubiesen llevado a juicio. Espero que ya no llores más y disfrutes enseñando a los Niños Perdidos tus bailes y tus canciones.
Mi querido Peter, a partir de hoy, las noches de Luna llena divisaremos una diminuta sombra moviéndose y sabré que eres tú paseando por ella. Entonces abriré la ventana como Wendy para que me lleves a dar una vuelta a tu País de Nunca Jamás y no te preocupes por Garfio, que él está aquí, para desconsuelo de todos los niños y seres vivos del mundo, mundo que desde hace unos años sabes que no se puede cambiar.
Sé muy muy feliz y, ya sabes, te espero.Hasta la vista, Peter.
Una amiga.
26.06.09
Entradas
elena, me encanta, me encanta la ternura de tu carta y me encanta que no caigas en la condena a la ligera que el tema al que aludes inspira frívolamente en mucha gente
ResponderEliminarun beso
Tal vez a todos nos haría falta recuperar un poco el contacto con el niño que fuimos... Tal vez así, siendo capaces de ver el mundo con esos ojos, no sucederian tantas barbaridades que cada dia llenan los titulares de los medios de difusion.
ResponderEliminarUn abrazo, Elena, Santiago